viernes, 7 de junio de 2013

5 ideas para darle una segunda vida a tu viejo PC

Si bien proyectos como Raspberry Pi y Arduino sirven como base para el desarrollo de muchos proyectos con los que aprender y disfrutar de la tecnología, el viejo PC que guardamos en el trastero también puede ser la base con la que construir algún que otro proyecto y, por tanto, podemos darle una segunda vida.

5 ideas para darle una segunda vida a tu viejo PC

Hace algunas semanas pusimos el foco en Raspberry Pi y Arduino como ejemplos de proyectos basados en hardware libre que se han hecho extremadamente populares entre los aficionados a la programación y la electrónica al convertirse en la base sobre la que desarrollar proyectos que conjugan a la perfección aprendizaje (ya sea tutorizado o autoaprendizaje), interés por las tecnología y el desarrollo de proyectos sin necesidad de realizar grandes inversiones. Ambos proyectos abren ante nosotros todo un abanico de posibilidades y usos creativos con los que pasar un buen rato y desarrollar nuestras habilidades técnicas; sin embargo, no son las únicas opciones en este sentido y, por ejemplo, nuestros viejos PCs tendrían también mucho que decir.

Muchos aún guardamos en el trastero nuestros viejos PCs y portátiles, equipos a los que tenemos un cariño especial o que, simplemente, nos cuesta desprendernos de cualquier dispositivos tecnológico. En vez de mantener nuestros viejos ordenadores en el trastero o en un almacén donde, únicamente, se llenan de polvo; es posible darles una honorable segunda vida tanto con nosotros como, por ejemplo, en algún lugar en el que pueda contribuir a reducir eso que llaman la "brecha digital".

Con esa idea, vamos a dedicar unos minutos a explorar algunas ideas con las que podríamos revivir tu viejo PC:

Cuando hablamos de Raspberry Pi comentamos, precisamente, que uno de los usos que podíamos darle a este pequeño ordenador era es de convertirlo en un servidor de ficheros, es decir, trasformarlo (usando como complemento un disco duro USB) en un sistema de almacenamiento en red. Lógicamente, esta funcionalidad podemos hacerla con un ordenador convencional, por ejemplo el que usamos habitualmente, con la utilidad de compartir ficheros en red que incluye cualquier sistema operativo pero si tenemos un viejo PC sin usar, quizás, podríamos plantearnos rescatarlo del olvido y montar nuestro propio NAS low cost.

Si tenemos discos duros viejos en casa y un PC con entre 2 GB y 4 GB de memoria RAM, podríamos transformarlo en un NAS usando FreeNAS como base. Gracias a esta distribución basada en FreeBSD podremos desplegar en nuestro viejo PC un sistema de ficheros en red fácil de gestionar y que, por ejemplo, podremos usar para compartir archivos entre los equipos que tengamos en casa o también como destino de sus copias de seguridad.

Aunque a veces hablar de software libre pueda resultar algo controvertido y se genere mucha polémica entre los usuarios que lo promueven frente a los que deciden usar productos privativos; al final es el usuario el que decide qué sistema operativo quiere usar y qué aplicaciones prefiere. De todas formas, sí que es cierto que para poder tomar este tipo de decisiones con cierta base puede ser bueno probar "otras cosas" y no es un mal ejercicio ponerse delante de una distribución GNU/Linux y trabajar con ella. Dentro de los "falsos mitos" que uno llega a escuchar sobre Linux (aunque afortunadamente cada vez son menos) es que este tipo de sistemas operativos son extremadamente complejos y no son aptos para todos los públicos; una gran falacia si tenemos en cuenta que, por ejemplo, es el sistema operativo que se usa en entornos educativos e, incluso, a nivel gubernamental en muchos lugares del mundo.

Linux Mint 15 - 5 ideas para revivir tu viejo PC

Una de las ventajas de los sitemas GNU/Linux es que sus requisitos de funcionamiento son algo más relajados que, por ejemplo, un sistema operativo como Windows 8; por tanto, una distribución GNU/Linux puede ser la clave para hacer revivir nuestro viejo PC e introducirnos en este tipo de entornos. Además de aprender algo nuevo (y quizás descubrir que puede ser una opción a valorar para uso diario), podremos desarrollar nuevas habilidades y montar nuestro propio servidor en casa o aprender a manejar la consola y los comandos.

La semana pasada, Linux Mint 15 vio la luz y, si echamos un vistazo a sus requerimientos mínimos, solamente necesitaremos 512 MB de RAM para funcionar, un requisito bastante laxo que no supone ningún tipo de barrera de entrada.

Raspberry Pi podía ser utilizado como un media center con el que reproducir películas, por ejemplo, usando el famosísimo XBMC. Si nuestro viejo PC ya tiene un sistema operativo instalado que queremos seguir usando, podemos instalar sobre éste XBMC como una aplicación más y usar el equipo tanto para navegar como para ver contenidos multimedia (incluso también podríamos usarlo como cliente de torrent).

Otra opción interesante es apostar por una instalación desde cero y específica como media center, algo que podemos hacer sin demasiadas complicaciones si recurrimos a la distribución GNU/Linux OpenELEC, es decir, Open Embedded Linux Entertainment Center. Gracias a esta distribución extremadamente ligera (apenas 128 MB de espacio en disco ocupado tras su instalación), podremos darle una segunda vida a nuestro viejo ordenador como reproductor de películas y series que bien podremos ubicar en nuestro salón (hoy en día podemos encontrar muchas pantallas de televisión con conexión VGA).

Los aficionados a los videojuegos, seguramente, conozcan bien el proyecto MAME, el emulador de máquinas arcade o máquinas recreativas. Este proyecto, enemigo de nuestra productividad, nos permite transformar nuestro viejo ordenador en una máquina recreativa polivalente en la que cargar juegos clásicos como el memorable Cadillacs and Dinosaurs (que reconozco que era uno de mis juegos favoritos en los años 90).

Nuestro viejo PC puede ser la base sobre la que volver a los años 90 para jugar a los videojuegos de las máquinas arcade y si, además, se nos da bien el bricolaje y el trabajo artesanal, podríamos lanzarnos a construir nuestra propia máquina arcade y convertirnos en la envidia de todo el que venga a visitarnos a casa.

Si las propuestas anteriores no te interesaron por falta de tiempo o porque, simplemente, cubren necesidades que ya tienes cubiertas; quizás exista una segunda vida para tu viejo PC fuera de tu hogar. En vez de tenerlo en nuestro trastero o en nuestro almacén sin que esté aportando nada útil y, solamente, se siga haciendo más viejo y cada vez con menos posibilidades de uso; antes que llevarlo a un punto limpio puede ser interesante que pensemos en la donación.

Hoy en día podemos encontrar, en cualquier ciudad, alguna asociación que trabaje en la lucha contra la brecha digital, es decir, que fomente el acceso a la tecnología en zonas o grupos de población que no tienen acceso a ordenadores o conexión a Internet.

Universidades como la de Granada (en el caso de España) organizan campañas para recoger viejos PCs, instalarles alguna distribución de software libre y, una vez preparados, donarlos a alguna asociación o entidad sin ánimo de lucro para su uso o su reparto a países en vías de desarrollo o zonas desfavorecidas. Otros ejemplos que podemos encontrar son Reciclanet, también en España, o la Fundación Equidad en Argentina.


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